23 de febrero de 2007

Sí,

dios

nace en cada criatura

está recostado en cada corazón callado

en todo ojo abierto que mira y ve

en cada sendero torcido de tu vida

y en el pequeño guiño que triste esbozaste.

Enciende los luceros de tu corazón y

cierra ya las oscuras y cansadas lentes de tu cuerpo

con que miras;

lo verás en cada uno

de los que

junto a ti

viajan.

En cada crepúsculo,

en cada vida.

No busques tanto.

Levanta tu mirada aquí y ahora

y ama.

Recuerda:

Aquí y ahora.

Mira a sus ojos...

Ahí nace.

Eso es dios.

©BIL

1 comentario:

Salva dijo...

No estás sólo, amigo, me sumo a la lista de nostálgicos. No sólo no me acuerdo de cómo era, tampoco recuerdo muy bien cómo es...